sábado, junio 02, 2007



Se mantenía muy derecha contra el respaldo en el asiento de la ventanilla, ya estaba ahí cuando subí en la estación Baquedano y un negro abandonó el asiento de enfrente y a nadie pareció interesarle y yo pude resbalar con una vaga excusa entre las rodillas de los dos pasajeros sentados en los asientos exteriores y quedé frente a Ana y casi enseguida, porque había bajado al Metro para jugar una vez mas el juego, busqué el perfil de Margrit en el reflejo del vidrio de la ventanilla y pensé que era bonita...