viernes, diciembre 21, 2012

Tercer dedo de la derecha

Todo empezaba ahí, en el tercer dedo de la derecha. Algo más que un anillo colgando del anular. Sabiamente deslizado sobre el traje de terciopelo - y mi ojos - esperando algún quiebre auditivo que hiciera incapie en el desborde del tercer dedo de la derecha. Sin embargo, su personalidad ocea corona al dedo meñique y este a su vez lo devuelve a su trono. Inoperante reinado del tercer dedo de la derecha; ya no repite el discurso de antaño.