viernes, diciembre 21, 2012

Ella

Puedo decir que te vi circular infinidad de veces y que tus grandes ojos fueron como un imán. Incluso puedo decir que mi excesiva cautela condujo esa citadina energía a un epicentro de similitudes insospechadas - fue en un concurrido bar - y ese murmullo interno dictó la línea de fuego. Ya no existía la necesidad de replegarse. todo el barrio tenía tu nombre. El café, la ventanita , el ladrido de un perro…